Les cuento que eso de que: las Matemáticas son aburridas, son difíciles, no sirven para nada, no son divertidas en absoluto, no todos puedan aprenderlas, etc... es una forma de pensar que ya está por extinguirse. En eso estamos trabajando algunos profesores.
El que nuestros alumnos piensen eso es el resultado de lo que les estamos dando, de cómo les estamos enseñando, así de simple.
Creo firmemente que podemos hacer un cambio. Las matemáticas no tienen por qué ser aburridas, todo lo contrario le podemos agregar ese toque que hará que para nuestros alumnos marque la diferencia :)
Y sí que para mis alumnos he logrado eso. Prueba de ello son los comentarios que ellos mismos hacen al respecto. Y he aquí esta pequeña anécdota:
El año pasado (2010) a diferencia del 2009, en el que no se me ocurrió esta brillante idea, decidí -a final de año - llevar este cuaderno verde (un cuaderno cualquiera en realidad) en el cual esperaba que mis alumnos, los que lo deseaban hacer de forma voluntaria y espontánea, escriban cuáles eran sus impresiones a los largo de dicho año en cuanto al curso de Matemáticas - curso que yo les dicté. Obviamente traté de que no se sientan presionados a hacerlo e incluso les dí la libertad de que podían escribir críticas acerca de cómo mejorar y en qué aspectos la manera en cómo yo dictaba el curso. Lo que buscaba era saber cómo ellos se sentían al final de año en cuanto a las Matemáticas, qué más les hubiese gustado hacer (para tomarlo en cuenta para próximas oportunidades) y cómo lograrlo. En realidad esperaba cualquier dato, cualquier comentario - positivo o negativo - en cuanto a cómo debía mejor yo, como profesora, para el beneficio de ellos mismos, mis alumnos.
Las respuestas no se hicieron esperar. En realidad la acogida de esta iniciativa mía fue un éxito rotundo. Los chicos esperaban su turno impacientes para poder escribir. Fue tanto así que en realidad no alcanzó el tiempo para que todos los que deseaban escribir sus impresiones del curso lo hicieran. Sin embargo, con los pocos o muchos escritos que ahí (en el cuaderno verde) figuran yo me puedo dar cuenta que he cumplido con mi misión, que me puedo sentir muy satisfecha por mi trabajo. El que ellos mismos reconozcan algunas cosas, el que ellos mismos agradezcan, el que ellos mismos escriban que gracias a ese año les gusta más las Matemáticas es una alegría que no se puede cambiar por nada en este mundo.
Trataré de scanear, tomar foto, o veré la manera de compartir con ustedes los comentarios de mis pupilos para que puedan hacerse la idea de cómo se puede sentir un maestro al recibir esos lindos comentarios.
Pero entonces, ¿cómo se consigue todo esto? ¿cómo logro que mis alumnos gusten un poco más de las Matemáticas?
Desde mi poca experiencia aún, lo que me gustaría compartir con todos ustedes es que yo siempre he estado en contra de algo. Ese algo es mecanizar a nuestros alumnos. En estos dos años he tratado en todo momento de no cometer ese gran error. Error porque cuando "mecanizamos" a nuestros alumnos, al darles una tabla de fórmulas y al decirles "esta formulita te dará la respuesta a tu problema" no les estamos enseñando a pensar por sí mismos! Sé que para mis alumnos no ha sido nada fácil el quitarse esa mala costumbre. Pero finalmente los resultados han sido muy valiosos. Ellos están encaminados a razonar las cosas , a preguntarse por qué, para qué, cómo, a imaginar incluso un problema en su cabeza, a verlo como una película sino, a que no solo se manden a hacer cualquier operación con los números incluidos en un problema específico como lo venían haciendo, sino a ser organizados y aprender a extraer datos, para luego identificar las operaciones que deben realizar con esos números, deben entender qué es lo que están obteniendo al hacer esas operaciones, deben ser capaces de decir por ejemplo: "ah, multipliqué tal o cual número para obtener la cantidad de manzanas que puedo comprar con esta cantidad de dinero", y deben además tener presente qué es lo que les están pidiendo en ese problema. Mis alumnos ahora son incluso capaces de JUSTIFICAR ciertas proposiciones. Vale la pena que ellos aprendar a justificar, es decir a ser capaces de manifestar si tal proposición es falsa o verdadera y en cualquiera de los casos explicar por qué. El año pasado me he llevado grandes sorpresas , de vez en cuando, cuando revisaba algunos exámenes y de repente un alumno justificaba su proposición de una manera totalmente diferente al resto de sus compañeros. Ah, sí claro, por cierto esto es un trabajo extra ya que el revisar exámenes con estas justificaciones de alguna forma es tomarse un tiempo de más para leer cada una de las explicaciones que hacen nuestros alumnos, pero créanme que vale la pena. Y para mí sí que lo valió porque como les comentaba me encontraba cada vez que revisaba un examen con ideas cada vez más maduras de estos chicos respecto a los temas que habíamos tocado. A veces revisando exámenes y cuando me encontraba con algunas de estas justificaciones yo simplemente sonreía :) He tratado de respetar siempre a mis alumnos en ese sentido, y no había examen que no revisara minuciosamente. Porque me la llevaría "facilito" al revisar un examen solamente viendo las respuestas de los mismos, y calificando en base a solo esas respuestas, no lo creen? Qué absurdo! Si hacen eso, no saben de lo que se están perdiendo al leer paso a paso los desarrollos de sus alumnos! Incluso en una operación combinada, inclusive ahí se puede ver si usan bien o no las propiedades que se les enseña en clase, inclusive ahí se pueden dar cuenta si saben o no saben dividir, si tienen dificultades para restar números enteros, y por ahí tratar de atacar las deficiencias que tengan sus alumnos. Y cuando incluyen justificaciones a sus evaluaciones y a las conversaciones en clase, esto enriquece aún más el aprendizaje de esos chicos. Lo enriquece porque no se quedan en el "ya, ya sé cuándo un número es múltiplo de 3 y de 9"... eso no es difícil, y aunque luego se olviden, lo importante es hacerles pensar, proponerles situaciones diferentes, situaciones en las cuales ellos hagan una pausa y PIENSEN. He aquí un ejemplo: Si un número es divisible por 3, entonces es divisible por 9? (Verdadero o falso?) Justifica.
Difícil? no... pero este tipo de preguntas "inocentes" hacen a tus alumnos pensar, les permite lograr ese fin que es el que en realidad tienen las Matemáticas. Personalmente creo que ese es el fin que debemos lograr en nuestros alumnos, el que sean capaces de no solamente saberse una o mil fórmulas, sino el que entienda el por qué de ciertas cosas, el que sea capaz de explicar por qué si cambio tal o cual cosa en un problema entonces la solución cambia o no quizá, que piense, que piense más y más...
Asu, ahora viendo lo que escribo acabo de notar que me excedí en lo que quería decir. Sucede que me emociono mucho cuando escribo y comparto estas experiencias. Me emociono, y me emociono tanto que pierdo la noción del tiempo. Y debería ir a descansar ya que mañana debo despertar temprano porque tengo mi 1era reunión con mis chicos del Taller y luego tengo que dictar clases particulares. Ah sí! apúntense! jeje
Mañana terminaré con lo que empecé aquí.
Hasta entonces :)
Tienes mucha razón en lo que dices Estelita... me da mucho gusto que estés feliz con lo que estás haciendo y que te vaya tan bien... cdt mucho y sigue cosechando exitos por donde estés... un abrazo amiga! y mucha suerte de tus alumnos al tener una profesora que los hace pensar como deberían hacer todos... bye XD
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